Las musas en la poesía


                    Friso del Partenón, por Fidias (490 a.c.-431 a.c.)


En la mitología griega las musas eran las inspiradoras de poesía, así como las distintas artes y las ciencias. Originalmente fueron consideradas ninfas de las fuentes, cerca de las cuales eran adoradas. Eran hijas de Zeus, rey de los olímpicos, y Mnemósine, diosa de la memoria. Había nueve musas, una para cada variedad artística:

Calíope: musa de la elocuencia y poesía épica.

Clío: musa de la Historia.
Erato: musa de la poesía lírica amorosa.
Euterpe: musa de la música.
Melpómene: musa de tragedia.
Polimnia: musa de los cantos sagrados y la poesía sacra.
Talía: musa de la comedia y de la poesía bucólica.
Terpsícore: musa de la danza y de la poesía coral.
Urania: musa de la astronomía y de las ciencias. 


Así comienza la Ilíada, la famosa epopeya de Homero:


"Canta, oh musa, la cólera de Aquiles..." 





Ahora los poetas siguen teniendo a sus musas, aunque hayan cambiado de nombre. Aquí tenéis un poema de la poeta Elena Medel (Córdoba, 1985) en la que su "Musa" es ni más ni menos que el portero de fútbol Iker Casillas:



Ikeriónida

Hoy -como siempre- tú eres el protagonista,
supernova ángulo a ángulo de mi universo;
ningún meteorito de cristal rasga tu aura.
¿Cicatriz en azul, estigma de nube, mon très doux enfant?
Tú eterno, ahora imagina; lo que rechazas -pateado-
es mi corazón, que se precipita hacia tu red.
Rebota contra tus tobillos, carrilero a tu clavícula.
Así es: no entiende de contrarios ni tarjetas.
Iker Casillas, mírate rasgando el aire,
perfecto al derramarte de alegría, inmortal,
¿domador de serpientes, mi patria de cometas?
No dejes de competir en belleza con los astros:
tú eres uno, y esta batalla es tuya y de tus ojos,
tuya y de tus labios expectantes de elegía.
Frágil azar -brizna de aire atravesando tu templo-,
seré sacerdotisa servicial desde la banda, por siempre
admirándote crecido en tu estirpe de triunfo,
delicatessen tu mentón, Apolo mío Iker Casillas.









  Apolo de Belvedere                









                                                               Luis Antonio de Villena
                                                      




También el poeta Luis Antonio de Villena (Madrid, 1951) ha escrito un poema sobre el guardameta del Real Madrid y de la selección española. Podéis fijaros como ha cambiado el modelo de inspiración de la antigüedad a nuestros días: de los personajes mitológicos (como Hermes) a los deportitas actuales como Casillas. Aquí os dejo el poema de Villena:

REFLEXIÓN SOBRE IKER CASILLAS

                          
                            (Hic et nunc)

Es la perfección de su perfil, sobre todo -dijo.

Para mí (respondió el otro) es la plenitud muscular.
Joven, fuerte, rotundo, vive en el dulce equilibrio
del estupor del roble y una tiranía de pétalos de oro...

Por lo demás es espléndido en su oficio. El mejor

portero del fútbol actual. Atinado y ágil. Bajo el larguero
hay tardes que sus músculos tan firmes crecen como aves
de ligereza sorprendente y núbil. Príncipe de piedra y viento.

La belleza es un canon cultural -exigente- que repite

modelos perfectos desde Fidias o Praxiteles. perfectos. Pero es
también la belleza la cualidad esplendente de lo transitorio.
Sin fungibilidad, sin lo efímero, no existiría la belleza.
Y así es este Iker de ahora mismo (exacto número áureo)
brilla y mucho nos arde pues lo conocemos irremediablemente
                                                       [caedizo. 


        Hermes con el niño Dioniso, por Praxíteles (H. 400 a.c.-h 320 a.c.)



¿Qué os parece Iker Casillas como nueva "musa" para los poetas?

  

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